BATALLA DEL 5 DE MAYO DE 1862
La batalla de puebla tuvo lugar el 5 de mayo de 1862 como consecuencia directa de las políticas realizadas por el presidente Benito Juárez en 1861 quien al ver la mala situación económica de México decidió suspender de deudas a España, Inglaterra y Francia contraídas por la financiación de los conservadores durante la guerra de reforma y que alcanzaban la cifra de 80 millones de pesos (69 millones a Inglaterra, 9 millones a España y 2 millones a Francia) que a su vez significaban el 70% de los recursos económicas del país. Con esto los tres países enviaron a sus representantes (El ministro de asuntos extranjeros John Russell por Inglaterra, el ministro plenipotenciario Francisco Javier de Isturiz por España y el embajador Flahaut de la Billard Erie por parte de Francia)a firmar convenio de Londres un 31 de octubre de 1861 donde se hacia una alianza entre ellos para adentrarse con armas a México y exigir el pago de las deudas.
Así una escuadra de barcos de las tres patrias arribó en Veracruz con mas de 12 000 soldados. Al llegar el diplomático español Juan Prim mando un ultimátum al gobierno mexicano a lo que este mandaría al ministro de relaciones exteriores Miguel Doblado que acepto las condiciones que se le imponían y en la localidad soledad en Veracruz se firmo el tratado de soledad donde se acordaba pagar las deudas con un pequeño aumento a cambio de que las naciones esperaran un tiempo más.
Con este
acuerdo ya firmado las escuadras españolas e inglesas se retiraron de
territorio mexicano ya que no tenían otras cuentas pendientes y además pensaban
que los franceses tenían intenciones de establecer una monarquía en México y no
querían verse implicados en esto. Francia tenía planes expansionistas y en su
vista se encontraba México por eso usando de señuelo la deuda buscaba que con
ayuda de sus vecinos europeos hacerse del territorio mexicano, para que así
tuviera más controladas las acciones de Estados Unidos para que en un futuro también
pudiera controlarlo. Así el 19 de abril
de 1862 el ejército francés a cargo del general Charles Ferdinand Latrille
avanzaría por Córdoba Veracruz hasta llegar a Acatzingo en el mismo estado,
pasaron los días y el 5 de mayo de 1862 a las 9:15 se llegaron a ver las tropas
francesas que se dividieron en dos, 4000 para tomar los fuertes y 2000 que
aguardaban de reserva, los mexicanos contaban con una cifra casi igual sin
embargo estos soldados tenían armamento con la mitad de alcance que el de sus
enemigos y la mayoría eran inexpertos incluso en el manejo de armas, pero a su
vez tenía generales jóvenes y experimentados en el campo de batalla entre ellos Ignacio Zaragoza, Porfirio Diaz y
Miguel Negrete.
Esta
primera intervención francesa se conocida como la “Guerra de los Pasteles” [1]. El conflicto
ocurrió durante el segundo mandato presidencial de Anastasio Bustamante y
dentro de la etapa histórica de México conocida como centralismo.
Segunda
intervención
Del
16 de abril de 1832 al 9 de marzo de 1839, tuvo lugar el primer conflicto
bélico entre Francia y México que mantuvo los puertos mercantes mexicanos bajo
bloqueo de los buques de guerra franceses, por más de ocho meses, para
presionar al gobierno mexicano a ceder a sus demandas, hasta la declaración de
guerra. gracias a un pequeño conflicto
del cual México terminó debiendo 600.000 peso que para su momento era
demasiado, Y a mediados de siglo 19
México sufrió terribles problemas
económicos y políticos, guerras entre los partidos conservadores y
liberalistas por lo cual México dejó de
pagar lo cual estalló una guerra entre estos dos países.
La
segunda intervención francesa en México de igual manera fue un conflicto armado
entre México y Francia entre los años 1862 y 1867. Tuvo lugar después de que el
Gobierno mexicano, encabezado por Benito Juárez, anunciara la suspensión de los
pagos de la deuda externa en 1861.
Durante
el año de 1862 a 1867 de produjeron
muchos conflicto conocida como la segunda intervención en el cual
pudimos ver .La Batalla de Puebla se libró del mediodía hasta las cinco de la
tarde, con un desastroso saldo final para el bando francés, que acabó con 476
muertos y 345 heridos. En cambio el ejército mexicano solo tuvo 83 bajas, 131
heridos y 21 desaparecidos.
El
General francés, marchó de Córdoba a Orizaba, infringiendo los acuerdos
preliminares de la Soledad y enseguida comenzaron los primeros enfrentamientos.
El 19 de abril de 1862, las tropas francesas se prepararon para avanzar a la
Ciudad de México, el 4 de mayo llegaron a Amozoc de la Provincia de
Puebla. Desembarcando en el puesto de
Veracruz y marchando hacia la capital
con la excusa de cobrar el
tratado en . Donde los resintieron en los fuertes de Loreto puebla
Durante
estos México quedó sometido por Francisco por su tratados y guerras hasta que
la victoria del Ejército Mexicano en la Batalla del 5 de Mayo de 1862 contra
los franceses representó la unificación de México y se convirtió en símbolo de
resistencia del pueblo en contra de una nueva invasión extranjera. La batalla
de Puebla fue un combate librado el 5 de mayo de 1862 en las cercanías de la
ciudad de Puebla, entre los ejércitos de la República Mexicana, bajo el mando
de Ignacio Zaragoza, y del Segundo Imperio francés, dirigido por Charles
Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, durante la Segunda Intervención Francesa
en México, cuyo resultado fue una victoria importante para los mexicanos ya que
con unas fuerzas consideradas como inferiores lograron vencer a uno de los
ejércitos más experimentados. Pese a su éxito, la batalla no impidió la
invasión del país, aunque sí que sería la primera batalla de una guerra que
finalmente México ganaría.
FIZALIZO
Al finalizar la batalla el 5 de mayo de 1862 muchos
compatriotas perdieron desafortunadamente la vida, aproximadamente a las 17:49
horas del mismo día el general Ignacio Zaragoza remitió al ministerio de guerra
y marina el telegrama
“Las armas del Supremo
Gobierno se han cubierto de gloria: el enemigo ha hecho esfuerzos supremos por
apoderarse del Cerro de Guadalupe, que atacó por el oriente de izquierda y
derecha durante tres horas: fue rechazado tres veces en completa dispersión y
en estos momentos está formado en batalla, fuerte de más de 4,000 hombres,
frente al cerro de Guadalupe, fuera de tiro. No lo bato, como desearía, porque
el Gobierno sabe (que) no tengo para ello fuerza bastante. Calculo la pérdida
del enemigo, que llegó hasta los fosos de Guadalupe en su ataque, en 600 o 700
entre muertos y heridos; 400 habremos tenido nosotros.
Sírvase Vd. dar cuenta de este parte al C. Presidente. — I. Zaragoza
Como parte de la conmemoración de
la Batalla del 5 de mayo, la Mapoteca “Manuel Orozco y Berra” presenta un plano
que indica los avances de ambos ejércitos. A manera de marco, contiene
transcripciones de correspondencia que se enviaron con motivo de este acto
bélico; ésta se encuentra escrita en francés y en español. En este extracto de
la correspondencia enviada por Ignacio Zaragoza días después de su victoria se
describe la batalla y finaliza recordando el valor del ejército mexicano. El
fragmento está en el margen izquierdo del plano.
El detalle que remata el plano en
la parte superior, muestra el escudo nacional a la manera juarista, con las
alas extendidas y devorando una serpiente. Por último, un acercamiento del
plano, en el cual se observa en color rojo las fuerzas mexicanas y de color
azul el ejército francés. Los movimientos de las tropas se muestran con líneas
intermitentes.
El Servicio de Información
Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) te invita a conocer éste y otros materiales
históricos que resguarda la Mapoteca “Manuel Orozco y Berra” en su gran acervo.
Después de la batalla, la noche se
le fue a Zaragoza en levantar el campo, del cual se recogieron muchos muertos y
heridos del enemigo. La operación duró todo el día siguiente y aunque no se
pudo decir el número exacto de pérdidas, el general calculó que había más de
1,000. Al día siguiente, 6 de mayo, Zaragoza fue al hospital a ver por los
suyos y a comprobar que el enemigo había emprendido retirada veloz y casi
vergonzosa.
La hazaña del Ejército republicano de Juárez causó conmoción cuando se supo la noticia en Europa. Fue un logro desde el punto de vista estratégico, porque retrasó un año el avance del invasor y permitió al gobierno preparar más a fondo la defensa. Más importante fue el impacto moral: los mexicanos supimos que el extranjero no era invencible, que nuestras fuerzas eran capaces de hacer frente al Ejército más poderoso del mundo y que después de la batalla vendrían más. Otras, que ya advertidos y sin miedo, ganaríamos también.
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